martes, 5 de diciembre de 2017

Resident Evil 2: Apocalipsis (Alexander Witt, 2004)

Bueno, a ver cómo dosifico yo mis palabras para resumir todo lo que está mal en esta película. Porque, quieras que no, la primera, ya que se metía en el fregado de calumniar al videojuego y montarse una aventura por su cuenta, pues lo hacía de pleno. Pero es que ahora esta gente se ha puesto cachonda, y quieren empezar a meter personajes y situaciones genuinas de la fuente original, y claro, hay que insertar eso en una película que ya parte con material incompatible con la historia real de la franquicia de Capcom. 

La película está decidida a que la Corporación Umbrella sea la archienemiga de todo el asunto, cuando la cosa debería ser más compleja y enfatizar en los intereses personales, familiares y de clanes que hay dentro de ella, más que en la propia empresa. Luego, se desaprovecha el factor de la ciudad Racoon City como tapadera y como jungla hostil, no supone ninguna complicación para los protagonistas moverse de un lado a otro dentro de ella, igual que se desaprovecha el factor acoso no ya de los zombies y criaturas de todo tipo, sino del último bicho con el que quisieras toparte: Némesis. Lo han convertido en un luchador de la WWE con un lanzacohetes, su capacidad de aniquilación, de crear tensión incluso cuando no está presente en el escenario por poder aparecer en cualquier momento, y su salvajismo a la hora de despedazar a cualquier ser con el que se tope quedan reducidos a un par de peleas mano a mano contra Alice y a freír a tiros a un grupo de soldados. Hemos convertido a una criatura que podría ser cénit del mundo slasher en un bicho con el que puede sentirse cómodo el público familiar, no me jodas. Y esto es lo que pasa cuando coges una saga cuyo código de edad es para mayores de edad y la llevas a un ejército de adolescentes palomiteros. 


Eso por no mencionar los personajes. El hecho de que ahora Alice tenga superpoderes elimina por completo la capacidad de que esto sea un survival horror. No es la prota la que debe sobrevivir a los monstruos, son los monstruos los que deben sobrevivir a ella. El resto de secundarios están porque hay que llenar la pantalla. El personaje de Jill Valentine, principal víctima del acoso de Némesis en el videojuego, reducida a ser mano derecha de Alice. Carlos Oliveira, no ya es que se salten su origen latino y su juventud, es que resulta que es el líder de su grupo, cuando en realidad debería ser el novatillo. Nicholai, el villano en la sombra del videojuego, dura dos escenas y muerte absurda. Los científicos con un poco de peso en la trama que trabajan para Umbrella... Pues tenían que poner a un malo y a un tío interesado en sacar viva de la ciudad a su hija por meter algo más de trama que no se limitara a avanzar y meter tiros por ahí. Y ya si hablamos de contradicciones: ¿no se suponía que, según se explica en la primera peli, el virus T resucitaba muertos recientes que aún tuvieran carga eléctrica en el cerebro? ¿Por qué salen zombies de las tumbas? ¿Y por qué el antivirus funciona dependiendo del interés que se tenga de mantener a un personaje en la saga y no por los principios que ya se han dejado patentes anteriormente?


En fin, es un despropósito enorme y, en esta ocasión sí, una falta de respeto a quienes se acercan a ella llamados por el videojuego en el que se basa. Nadie implicado en ella parece haberle dedicado demasiado tiempo a estudiar el material del que se parte, ni siquiera para amoldarlo a la gran pantalla de una forma distinta. Esto es como coger un restaurante, decir que tienes especialidad en comida francesa, y limitarte a echarle queso a las cosas. Tongazo.

2,5/10


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