viernes, 15 de diciembre de 2017

Coco. (Lee Unkrich & Adrián Molina, 2017)

Creo que ya lo he dicho en alguna reseña anterior, pero es importante recordarlo: los de Pixar son unos hijos de puta que te cogen el corazón y te gritan al oído "¡¡¡Llora, llora, mira cómo se tambalea tu masculinidad!!!". Todos recordaréis los cinco primeros minutos de 'Up' o la escena de 'Toy Story 3' en la que los juguetes se dirigen juntos a una muerte segura, ¿no? Pues 'Coco' va servido de la misma receta.

Pero las escenas de nudito en la garganta y de lucha interna por evitar que se escape la lagrimita solo son el pico de la montaña. 'Coco' es divertida, es lúcida, visualmente es una pasada y tiene un uso de los colores endiabladamente precioso, y la parte sonora... Madre mía la parte sonora, jamás en mi vida pensé que disfrutaría tanto escuchando rancheras, sin menospreciar el gran acierto que ha sido dejar el doblaje mexicano para meterse de lleno en ella. Y es que esta gente es tan apasionada en lo que hace y lo transmite tan bien que es inevitable resistirse a sus encantos. El buen uso de la animación y sus artefactos clásicos tanto en el diseño de personajes, escenarios y adornos caracterizadores varios, o la naturalidad en que un mundo mágico se desenvuelve con tanta naturalidad son sello propio e inconfundible. Lo que quiero decir, la factoría sigue en forma, la maquinaria permanece engrasada y la imaginación parece que no se les acaba nunca. Y la madurez y la ternura que demuestran tampoco se quedan atrás, que meter algo tan chungo como el Alzheimer en una película cuyo público potencial son niños de 6 a 12 años me parece brutal.


Que vale que tenemos como antecedente de cierto parecido a la producción de Guillermo del Toro 'The book of life'. Pero mira, chico, ya sea por presupuesto, por virtuosismo, o simplemente porque la gente de Pixar tiene esa capacidad de llegar que otros muchos no tienen (y por poder permitirse fichar a los mejores y dotarles de equipo y tiempo para trabajar, también), 'Coco' está varios peldaños por encima de aquella. Y yo nunca me he opuesto a copiar ideas (mi director favorito es el copiota de Tarantino) siempre y cuando sea para mejorarlas o para ponerlas en un nuevo contexto, para jugar a un nuevo juego con ellas, o para explotarlas más de lo que pudieron explotarse en su original. 'Coco' lo hace, y por lo tanto tiene mi bendición tal como la que busca el protagonista por parte de sus ancestros en la película. 


A estas alturas ya no sé ni en que escalafón de "mejores películas de Pixar" colocarla, porque esta peña no deja de sacar joyitas. Porque tiene cosas que la equiparan con 'Up', otras cositas que están al nivel de 'Wall-E', y otras pequeñitas virtudes que superan en ciertos aspectos a 'Inside Out' o a la mismísima trilogía de 'Toy Story'. En su todo quizá no sea ni mejor ni se quede por debajo de ninguna de ellas, pero en ese todo se disfruta tanto como cada una de ellas. Creo que lo mejor que se puede decir de ella es que mantiene el nivel, porque si el nivel ya de por sí es alto, mantenerlo es una virtud. 

8,25/10


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