martes, 7 de noviembre de 2017

Al final de la escalera. (Peter Medak, 1980)

Tenía pendiente este clásico del cine de terror, posterior a la que a día de hoy sigue siendo insuperable 'El exorcista', y coetánea a otros títulos imprescindible como lo son 'Poltergeist' o 'La profecía'. Quizá de todas ellas esta es la más ingenua, aunque posee imágenes que logran el impacto buscado, y que para la susceptibilidad de la época podían alterar al público y llevarle al estado de tensión pretendido.

Ahora bien, el tiempo pasa factura. Ya dije en la crítica de 'Insidious' que el miedo es generacional y que evoluciona muy rápido, y en esta ocasión eso se evidencia. Una historia con fantasma vengativo, pero cuyo acoso se muestra bastante complaciente con el protagonista. Eso sí, la elegancia de sus formas narrativas y su capacidad para usar objetos cotidianos, habitaciones solitarias y sombrías (el desván) o juguetes (la pelota) quedan patentes, o algunos movimientos de cámara buscando "algo" que se intuye pero que no se ve, y la inclusión del cine detectivesco en la trama, son cosa de buen autor. De ahí han salido decenas de imitaciones posteriores que han logrado que pierda poder, pero siendo justos el premio es para el primero que llega, así que al César lo que es del César. El poder para aterrar hoy en día se ha difuminado, pero el poder de fascinar aún lo conserva.

Así que se me vengan a la cabeza a bote pronto, películas como 'Los otros', 'Expediente Warren', 'The ring' o 'El orfanato' beben de esta película. Los recursos de sonidos de cañerías, mobiliario que cruje o la desubicación de los objetos para hallarlos posteriormente ya había sido usados, pero la precisión con que Peter Medak los usa y combina le otorgan otra medallita, gracias a la cual las futuras generaciones de cineastas vienen a estudiarlas aquí y no a obras anteriores. 


Imprescindible para entender de dónde viene el aluvión de cine contemporáneo sobre mansiones encantadas, médiums y espíritus atormentados. Desde luego, otras películas de la época han sobrevivido mucho mejor en cuanto a sus intenciones perturbadoras, pero las cosas buenas que ésta posee aún conservan su sello.

6,75/10


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