martes, 2 de febrero de 2016

Gantz. Tomos 1 y 2.

Admitámoslo: 'Gantz' es un manga raro de cojones. Hace años que me acerqué a él, y acabé desistiendo, no por considerarlo malo, sino porque me sobrepasaba. Una historia que te sitúa a unos personajes que acaban de sufrir diversos accidentes que supuestamente les han matado, y que de repente se ven encerrados en un apartamento donde una bola negra gigante les envía al mundo exterior a realizar diversas y violentas misiones. Hasta aquí tiene su lógica dentro de la ficción, pero es que la cosa se desmadra. Una chica que se aparece en pelotas sobre los brazos del pervertido protagonista. El protagonista justo en el momento en que está siendo enviado a ese mundo exterior durante la primera misión decide ponerse uno de los uniformes que pone la bola a su alcance, apareciendo también en pelotas en medio de la calle (¿queda claro que el contenido verde tiene su peso en las viñetas?). Las armas que se les proporcionan carecen de munición, pero a los pocos segundos y según cómo sean utilizadas hacen explotar el objetivo al que apuntaban. Trajes que otorgan habilidades especiales. Y para más inri, ninguna de las personas normales con las que se cruzan en medio de las sangrientas batallas en las que son metidos parece verles, aunque sus actos sí repercuten en lo que les rodea (por ejemplo, si se cargan un coche, la gente ve cómo ese coche es machacado, pero no les ve a ellos).


Vale. Todo esto es bien estrambótico. Ya he advertido que todo esto me superó, porque la ida de cabeza del autor Hiroya Oku va en aumento según la historia avanza. Al igual que muchos seinen, la trama atiende a la consecución de unos objetivos por parte de unos protagonistas que no pueden escapar de ese destino puesto que la alternativa es la muerte. Pero en este caso, estos tipos ya están muertos. Lo cual va dando paso a varias cuestiones: ¿por qué durante esas misiones varios de los personajes son mutilados y efectivamente mueren si ya lo están? ¿Cuál es la finalidad de la bola Gantz obligándoles a participar en este macabro juego? ¿Qué es el cebollense, primera criatura extraña, o alien, a la que se enfrentan en estos primeros tomos? Y la pregunta más importante: si después de cada misión pueden abandonar el misterioso apartamento y regresar a sus hogares como si siguieran vivos, y pueden interactuar con la gente normal, ¿están realmente muertos? 


Es demasiada locura. Pero es que es macabramente divertida. Y la lectura es rapidísima porque el propio dibujo agiliza la acción y se encarga de mostrar y describir los detalles, evitando diálogos innecesarios. La historia desde luego es propicia para que el lector vaya sacando conjeturas, y desde luego es una de esas sagas de las que te tienes que cuidar de futuros spoilers. Como he dicho, esta es la segunda oportunidad que le estoy dando, porque aunque me resulte llamativa, rápida y entretenida, aparte de la curiosidad por saber qué cojones está pasando en realidad, temo que sea un manga incapaz de ir rellenando cada uno de los agujeros de guion que vaya plantando. A ver qué tal.


2 comentarios:

  1. Como dices, es divertimento frenético. Si quieres respuestas mejor olvídate.

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    1. Es que ya desde el principio da la sensación de que no va a responder nada, que va a sacarse cosas de debajo de la falda.

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